sábado, 3 de diciembre de 2011

Práctica 11 - Comunicación no verbal


El lenguaje es el medio de comunicación entre los humanos, pero sgún el contexto en el que nos encontremos, nos expresamos de manera diferente. Hay algunas situaciones en las que nos desenvolvemos con más soltura y naturalidad, en cambio hay otras, como, por ejemplo, una entrevista de trabajo, en las que estamos más serios y nerviosos.

¿Cómo pueden percibir los demás como estoy sin que yo diga nada? Mediante la comunicación no verbal. Un tipo de comunicación sin palabras, una comunicación mediante


Diariamente, y muchas veces de manera incosciente, los humanos hacemos gestos y señales no verbales interpretables por los otros humanos, como muecas, movimientos de las manos... Algo tan básico como el saludo o el apretón de manos. Este último ha sido adoptado en casi todo el mundo como forma habitual de saludar a una persona.


Siempre solemos dar más importancia a la comunicación verbal, pero la comunicación no verbal puede decir mucho de nosotros. Hay que tener en cuenta que es muy importante el contexto con el que se utiliza el gesto. Hay gestos que tienen significados concretos, como el gesto d eagarrar con precisión: este gesto sugiere que lo que se dice en ese momento es muy concreto. Cuando los gestos corporales son exagerados, significa una falta de autocontrol en el orador.

También hay que tener en cuenta la calidad de la voz y la entonación. La voz está relacionada con la intención del que habla. Es el punto de equilibrio entre la impresión y la expresión.

Hay signos que no se corresponden con la expresión, que nos sugieren que algo no se está contando del todo. Y es que los signos, a veces nos delatan cuando intentamos engañar a alguien intencionadamente sin que se sepan nuestras intenciones.


Pero de todos los tipos de signos, existe uno conocido internacionalmente y que es la mayor arma de seducción:
la sonrisa. Y es que sonreír es sano, ya que no solo cambia la expresión de la cara, sino que también hace que el cerebro produzca endorfinas que reducen el dolor físico y
emocional y producen una sensación de bienestar.
Así que... ¡ a sonreír !







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